América Latina está en su mejor década
Tomado de Diario Expreso
Los países latinoamericanos han cosechado en los últimos diez años los frutos de una expansión económica, alimentada por los buenos precios de sus productos.
En 2011, el producto interno bruto (PIB) de Latinoamérica y el Caribe creció 4,3%, por encima del índice mundial: 3,9%.
Enrique García, presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), dice que la «década muy buena» por la que se atraviesa es, en gran parte, «por las experiencias negativas que tuvo la región hace 25 años por desequilibrios macroeconómicos, inflación, crisis de deuda y de sistemas bancarios».
Es decir, luego de las lecciones aprendidas, a los latinos les tocó emprender.
Una ayuda vino de la mano del dinamismo de las economías del este asiático, dice García, en particular la de China e India, que influyeron mucho en ese escenario, por la compra de materias primas a la región.
El cobre, oro, petróleo, soya, gas natural son algunos de los commodities que han permitido fortalecer las exportaciones, por volumen y precio.
Según el anuario Estadístico de América Latina y el Caribe (Cepal) 2011, en una década la participación del cobre en las exportaciones chilenas, por ejemplo, pasaron del 23,5% al 34,6%. En el caso del petróleo, el aporte en las ventas ecuatorianas fue del 37% al 51%.
En países como Bolivia, considerado uno de los más pobres de la región, el peso del gas natural en los envíos totales pasó del 18% al 40%.
Xavier Rodríguez, consultor sobre economía externa, menciona que a este factor de demanda y precios de materias primas se unen los «buenos resultados» que está generando la estructura política-económica que se aplica hace 10 años y que ha tenido como fin promulgar el crecimiento endógeno (de adentro hacia afuera) de las naciones.
Esas directrices, menciona Rodríguez, han estado caracterizadas «por el fortalecimiento del aparato industrial, la protección del producto nacional con la imposición de salvaguardias arancelarias al comercio internacional y la capacitación interna para los sectores económicos para lograr un efecto multiplicador».
Con ello también concuerda Xavier Ordeñana, experto en economía internacional de la Escuela de Negocios, Espae-Espol, quien cree que esas políticas de desarrollo también han podido ser extendidas y fortalecidas a nivel regional a través de la acción de grupos de integración que se han formado con los años. Se refiere a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (Alba) y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac).
Según Ordeñana, eso ha permitido que en América Latina, incluyendo a Ecuador, «la distribución de la riqueza alcance niveles más equitativos» que permiten mayor acceso al empleo y a servicios como la educación y la salud.
De acuerdo con el reporte de coyuntura laboral de la Cepal, Latinoamérica y el Caribe cerraron el 2011 con una tasa de desempleo urbano de 6,7%, frente al 10,2% registrado en el 2001. En el caso de Ecuador, en esa década, el porcentaje de desocupación se redujo del 10,4% al 6%; mientras que en países como Colombia y Perú cayó del 18% al 11% y del 9,3% al 7,7%, respectivamente.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), las proyecciones de crecimiento para Latinoamérica para los años 2012-2013 serán moderadas (3,2% y 3,9%, respectivamente); sin embargo, estas superan la expansión estimada para este año de las economías avanzadas (1,4%) y Estados Unidos (2,1%).
El presidente de la CAF aseguró que América Latina, por su situación macroeconómica, ha tenido una «resistencia apropiada» frente a las turbulencias que ha ocasionado la crisis internacional y ha logrado resultados óptimos.
«Hace 20 años era muy común en la región deudas que representaban el 70, 80 u 100 por ciento del PIB, así como reservas externas muy bajas. Hoy en día la mayor parte de los países están por debajo del 30, 40% de deuda sobre el PIB y las reservas netas son de 800.000 millones de dólares», subrayó.
Aun así, no descartó un posible impacto, si se mantiene la crisis europea y si Estados Unidos no retoma un crecimiento económico más alto.
Los expertos recuerdan que toda economía posee episodios críticos, de ahí que consideran que los Gobiernos de la región deben tomar precauciones. Uno de los principales retos, señala Rodríguez, está encaminado a la consolidación de la industria, con el impulso de las exportaciones de productos con mayor valor agregado.
En época de auge, García recomienda invertir a largo plazo «y poner énfasis en sectores que son críticos para un desarrollo sostenido que no solo esté basado en la estabilidad económica, sino que sea eficiente, competitivo a nivel global y que signifique que se están creando oportunidades de trabajo y con inclusión social», explicó.
Uno de esos sectores es la educación, en especial la universitaria y de tecnología, para incentivar la innovación, la creatividad y la transformación productiva. Otras áreas de rezago, añade García, son la infraestructura y la logística.
La recomendación es que Latinoamérica duplique su inversión en infraestructura que, en este momento, está a un nivel aproximado del 3% del PIB. Lo óptimo es elevarla hasta un 6 por ciento.
Lisbeth Zumba R. – Guayaquil